Cuando una imagen no vale lo de mil palabras
María del Carmen Bonet
Borrás
Ponencia presentada en las
Jornadas "Lengua e Informática" organizadas por la
Asociación de Técnicos de Informática – SIMO –
4 de noviembre de 1999
Preámbulo
Las reflexiones que siguen a continuación, son fruto de la experiencia
acumulada día a día. No se trata en absoluto de un estudio
exhaustivo ni pormenorizado, como tampoco de afirmaciones rotundas, se
trata, sencillamente, de unos apuntes para provocar el debate y el
análisis de ciertos aspectos, a mi juicio importantes,
de la informática actual. Eso sí, estas reflexiones
han sido compartidas por muchos otros usuarios con quienes he tenido oportunidad
de intercambiar opiniones.
Dos factores importantes contribuyen a crear el punto de partida
para estas reflexiones, de una parte, el hecho de vivir la informática
desde el punto de vista profesional, lo que supone muchas horas de
contacto y dedicación, y de otra, mi condición de persona
ciega, que, viendo los derroteros por los que se han ido encarrilando
las nuevas herramientas informáticas, tiene un peso
específico por sí misma.
Informática y Lengua
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1. La informática y su jerga
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Además del «espanglis», que nació con la informática
y que persiste, evolucionando paralelamente con ella, estamos incorporando
una nueva jerga, algo así como una especie de «simbolismo»
que mal alude o traduce, las imágenes visualizadas en la pantalla
del ordenador. Así por ejemplo, a la pregunta: «¿Dispone
esta aplicación de una función de búsqueda de
series de caracteres por grupos de documentos?»
se nos puede contestar: «Ve arriba,
pincha los prismáticos y se abrirá la ventana».
¿Se imaginan, yendo al piso superior con un objeto punzante a
clavarlo en nuestros prismáticos, cuidadosamente guardados y luego
yendo por todo el edificio a ver qué ventana se ha abierto? Puede
que esta jerga, a veces funcione, pero lo que es seguro es que al
utilizarla contribuimos activamente a deteriorar el uso de la lengua, al
expresarse sin precisión, sin matices, en función de las
imágenes y no de los conceptos...
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2. El correo electrónico
y sus facilidades: Añadir, Cortar, Pegar, Copiar...
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No vamos a descubrir ahora las bondades del correo electrónico,
por todos sobradamente conocidas, pero sí, dar una llamada de atención
sobre el uso indiscriminado de sus facilidades. Aquello de «por
si acaso, y más vale que sobre», hace que se distribuyan
muchas más notas de las necesarias, esto significa una sobrecarga
para el servidor, para las líneas de comunicaciones y sobre
todo, para el receptor quien, necesita invertir más tiempo cada
vez, en organizar su correo y, lo que es más importante, en
discernir qué notas son de verdad de su interés.
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Esas notas que llevan acumuladas muchas intervenciones anteriores,
¿cuántas veces se leen hasta el final? La facilidad
de «Cortar y Pegar» nos lleva con frecuencia a reunir en un
mismo documento, trozos provenientes de diferentes fuentes, cada
uno con su propio estilo, cada uno procedente de un contexto, que pueden
llegar a ser, juntos, un auténtico pupurri. Puede que se entienda
el mensaje principal del documento, pero seguro que se habrán perdido
detalles, falta de precisión, etc., nuestra función mental
de redactar, resumir, previo análisis del contenido, va quedando
aparcada y nuestra capacidad de COMUNICAR una vez más, se
va empobreciendo.
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3. Ayuda al usuario.
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A la que nos descuidemos, nos quedaremos sin ceros para definir el
tamaño del disco de nuestro ordenador personal, hablamos ahora de
gigas, unos x.000.000.000 de caracteres; los megahercios corren que se
las pelan, es decir, estamos poniendo en manos del usuario final unas máquinas
muy potentes, con unos sistemas operativos muy capaces, pero eso
sí, de los que no siendo pinchar y arrastrar, apenas sí sabemos
algo. Bueno es que el usuario pueda concentrarse en resolver sus propios
problemas, y que la herramienta informática sea simplemente eso,
una herramienta y no un problema adicional, sin embargo, debemos
estar atentos para no dejar a ese usuario final sin recursos ante una
situación no del todo trivial o algo imprevista. Una función
de ayuda debe ser implementada en todas las aplicaciones, de forma que
sea suficiente para que el usuario pueda aprender y resolver
todo tipo de situaciones, y no algo así como: «Para
ejecutar esta función pinche en el icono correspondiente»,
con que nos encontramos con más frecuencia de la deseable.
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4. Demasiado tráfico.
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De manera experimental vengo constatando que «notas» que en
ningún caso pueden llamarse documentos por su sencillo y corto
contenido, se preparan con los editores actuales, de forma que, en su versión
original pueden ocupar un par de megas, mientras que en su versión
texto (exportadas a formato ASCII) quedan reducidas a 40 o 50 Ks. ¿Se
justifica esta sobrecarga de tráfico? En condiciones digamos normales,
tengo mis dudas, pero si el receptor es un workpad o incluso un
teléfono móvil, el tema puede convertirse en un problema
de importantes dimensiones. Quien más quien menos hemos vivido la
experiencia de hacer una consulta a Internet y cuando por fin recibimos
la respuesta, ya no recordamos la pregunta, ha pasado tanto rato...
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En cada nota o documento hay que cuidar la presentación, la forma,
el aspecto, son muy importantes, pero deben guardar unas ciertas proporciones
con los contenidos, el exceso de ornamentación no siempre favorece,
se puede correr el riesgo de terminar por dar mayor importancia a la forma
en detrimento del fondo, lo cual, a mi juicio, vuelve a traer como
consecuencia, el empobrecimiento de la comunicación.
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5. Conclusión.
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La informática es una herramienta al servicio del hombre, debe evolucionar
y progresar de manera tal, que cada vez contribuya más a resolver
nuestros problemas, a evitarnos trabajos reiterativos o sin interés,
y, en definitiva, a mejorar nuestra calidad de vida, facilitando que dispongamos
de más tiempo libre para nosotros mismos. Pero eso sí,
debemos trabajar para enmendar y corregir, en lo posible, todos aquellos
aspectos, de los cuales he intentado referir alguno, que impliquen
el empobrecimiento del lenguaje.
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El lenguaje es la forma básica de comunicación, nuestra estructura
mental, nuestra capacidad de pensar y razonar, están directamente
ligadas a nuestra capacidad de hablar, si se empobrece nuestra forma de
expresarnos, nuestro pensamiento se simplificará tambien, y eso
sí que supondría una marcha atrás que no podemos
permitirnos.
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No cabe en este trabajo, profundizar en este análisis, pero hay
mucho ya publicado donde se avala esta afirmación.
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La informática de hoy y las personas ciegas
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1. Introducción.
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Siendo un problema que me atañe, no puedo pasar esta oportunidad
que se me brinda, sin dedicarle unas líneas al análisis del
momento actual de la informática y su impacto en el desenvolvimiento
profesional de las personas ciegas.
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2. La informática abre
nuevas puertas.
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Con la llegada de la informática al mundo laboral, a partir del
momento en que se abandonan las fichas perforadas y se comienza a
trabajar con terminales conectados a un ordenador central, se abre para
las personas ciegas un mundo nuevo de posibilidades de trabajo, se diseñan
aparatos especializados o «adaptaciones» para que la persona
ciega puede «ver» la información que muestra el terminal,
así, manejando además el teclado, podrá realizar una
serie de tareas, hasta entonces inaccesibles para ella.
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3.
El ordenador personal un gran paso adelante.
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La aparición del ordenador personal supone un gran cambio, entiendo
que para todos los profesionales del entorno informático; pero en
concreto para los invidentes, supone un hito, dado que al poder disponer
de capacidad de proceso individualizada, las «adaptaciones»
mejoran en cantidad y calidad de manera rotunda. Se puede «leer»
la pantalla por medio de programas que amplían la imagen, convieten
los textos en voz o presentan la información en braille. Se dispone
de impresoras braille y poco despues de programas de reconocimiento de
caracteres (OCR) que a través de un escáner permiten introducir
textos impresos en el ordenador.
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Con estas ayudas, las condiciones de trabajo para una persona ciega llegaron
a ser casi casi confortables, o dicho en términos de mercado, bastante
competitivas con respecto a las personas sin dificultades visuales.
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4. Los gráficos:
parada y fonda.
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Pero la capacidad de proceso del ordenador personal fue la base tambien
para que el software fuera complicándose, ampliando sus posibilidades
en cuanto a facilidades para el usuario, y mejorando su «presentación»
al ir incluyendo color primero, movimiento despues, y en general representaciones
gráficas de todo tipo.
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Con la llegada al mercado de los sistemas operativos gráficos, las
adaptaciones para las personas ciegas dejaron de funcionar en el
nuevo entorno lo que significó en el mejor de los casos, una fuerte
parada en el desarrollo profesional para los miembros de este colectivo.
La parada es además bastante larga, porque por distintas razones,
entorno muy nuevo para todos, probablemente razones de secreto profesional,
etc., las primeras adaptaciones tardan bastante tiempo en conseguirse.
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5. Estado del arte a la fecha.
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Vencidos ya los primeros obstáculos, la situación empieza
a mostrar una cara más amable. Se cuenta con adaptaciones
para los sistemas operativos dominantes hoy en el mercado, así como
para una serie de aplicaciones de uso muy generalizado. Esto ayuda a vislumbrar
como algo posible, el hecho de continuar avanzando hasta recuperar ese
momento de confort que conocimos.
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Dos características del momento actual de la informática
hacen especialmente difícil este objetivo:
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a) La propia complejidad del software, que es muy sofisticado y que, potenciando
como de hecho lo hace, las imágenes, exige para su adaptación,
no una «conversión» (como era antes con los textos),
sino una «interpretación» al tener que poner imágenes
en palabras, como consecuencia de ello, la «dependencia» entre
cada aplicación y su adaptación es cada vez mayor. Y
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b) el ritmo trepidante en que salen al mercado nuevos productos y nuevas
versiones de productos ya existentes que apenas dejan tiempo para adaptarse
cuando ya se han quedado obsoletos.
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6. Algunas propuestas
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A pesar de todo, está en nuestra voluntad el insistir en el
esfuerzo y aportar cuanto sea posible para no quedarnos al margen ya que
la informática, hoy por hoy, es una fuente de trabajo, y una herramienta
implicada casi en cualquier actividad.
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Vayan pues algunas propuestas a tener en cuenta para procurar que las adaptaciones
sean más fácilmente conseguibles.
RESPETAR ESTÁNDARES. Cuanto más estrictamente se ajuste un
desarrollo a los estándares del sistema operativo bajo el que vaya
a utilizarse, tanto más factible y sencilla será la adaptación.
PREADAPTACIÓN EN FASE DE DISEÑO. Si además se prevé
que el producto que se está desarrollando podría tener
que ser adaptado para el uso de personas ciegas y se incluye, en
dicho desarrollo las bases mínimas que permitan luega enganchar
esa adaptación, habremos reducido el tiempo de aspera, de manera
considerable.
UNIFICACIÓN DE CRITERIOS. Todo esfuerzo que se oriente a utilizar
una misma metodología y unos mismos criterios para resolver
los problemas, será positivo, el número de usuarios potenciales
previsible será probablemente suficientemente pequeño
(por suerte) como para que no se justifique la competencia por ganar
mercado.
RATÓN O TECLADO. Dado que el ratón no puede ser utilizado
por una persona ciega, sería conveniente que, una vez más,
en fase de diseño y desarrollo de un producto, se prevea una
entrada por teclado, equivalente a cada una de las entradas por ratón,
y que además, en la función de ayuda figure información
sobre dicha equivalencia.
Y con esto doy por finalizada mi intervención. Muchas gracias
por la atención prestada.
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