INFORMÁTICA Y LIBERTADES

ECHELON: Espionaje de e-mails y telefonía

Mundo. SOCIEDAD

Viernes, 19 de noviembre de 1999

Hoy en Internet. Tras la pista de «Echelon»

Nace un sitio «web» para demostrar la existencia de la mayor red de escuchas

OLALLA CERNUDA

MADRID.- Hacer una búsqueda por el término Echelon en Internet supone la aparición de más de 120.000 referencias a este programa global de escuchas que supuestamente llevan a cabo varias potencias mundiales en las comunicaciones telefónicas y por correo electrónico. Pero, sin embargo, nadie es capaz de probar su existencia. Hasta ahora. Desde esta semana varios grupos se han propuesto demostrar la existencia de Echelon, y, de momento, no les va nada mal.

Los responsables del proyecto Echelonwatch han inaugurado una página web para aportar pruebas y documentos de la existencia de este programa. ¿Para qué? Para que el Congreso de EEUU abra una investigación que dé al traste con Echelon

Echelon es uno de los grandes mitos, no sólo de la Red, sino de la rumorología mundial. ¿Es cierto que los servicios de inteligencia están pendientes de todo lo que decimos y escribimos para buscar posibles mensajes terroristas o de espías? Los rumores que apuntan a esta posibilidad llegaron tan lejos que el pasado mes de octubre un grupo de internautas propuso un boicoteo para llamar la atención internacional sobre esta violación de los derechos humanos.

Los responsables de la lista de correo Hacktivism instaron a internautas de todo el mundo a mandar mensajes de correo electrónico que incluyeran algunas de las palabras consideradas como peligrosas por los servicios secretos -como «CIA», «Mossad», «terrorismo», «bomba», etcétera- y aunque no hubo una respuesta oficial, sí consiguieron, al menos, su primer objetivo: llamar la atención de la opinión pública.

Sólo unas semanas más tarde, Echelon ha llegado al Congreso, de la mano del ex agente de la CIA y congresista Bob Barr, que pretende que la Cámara abra una investigación en toda regla para determinar la existencia de Echelon, y las consecuencias que de ello se puedan derivar.

La página es auspiciada por organizaciones del renombre de la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU), la Fundación para las Libertades del Congreso (FCF), el Centro de Información de la Privacidad Electrónica (EPIC) y la Asociación de Ciberderechos y Ciberlibertades del Reino Unido.

En el web ya se ha publicado un informe de la Comisión Europea que deja entrever la posibilidad de que realmente existiera Echelon, y unos documentos oficiales del Gobierno australiano que reconocen abiertamente la vigencia de este programa.

La patente de la discordia

Los documentos oficiosos no son la única pista que tienen los responsables de este movimiento de la existencia de Echelon. Uno de los puntos argumentales de su defensa se basa en una patente, la U.S. 5937422 . Según el registro estadounidense, el programa fue inscrito el 10 de agosto por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) como «un método para generar automáticamente una catalogación temática de un documento mediante la recogida de textos que contienen términos clave».

De momento, la ACLU se ha propuesto conseguir pruebas para que el Congreso de EEUU y el Reino Unido abran una investigación parlamentaria. Luego, ya se verá. «La verdad está ahí fuera».