La tormentosa tramitación de la directiva europea que pretendía legalizar la concesión de patentes a invenciones implementadas por ordenador ha concluido esta mañana con un nuevo rechazo por parte de la Eurocámara. La Comisión Europea, que ha recibido duras críticas de los eurodiputados por el papel jugado en este asunto, afirmaba ayer que no presentaría una nueva propuesta, pero hoy ha dicho que ésta podría producirse a petición del Parlamento Europeo.
El pleno del Parlamento Europeo de esta mañana, en el que se ha votado el proyecto de directiva sobre patentes, ha sido una buena muestra del mal momento que vive la construcción europea. Lo que los eurodiputados han votado hoy es el informe del francés Michel Rocard sobre la posición común adoptada por los 25 respecto a este tema. El eurodiputado proponía la aprobación de 21 enmiendas que modificaban el fondo de la norma o su rechazo total, opción que finalmente ha salido victoriosa.

Rocard, contrario a la aprobación, ha rechazado en su intervención "la forma inadmisible en que ha sido tratado el Parlamento por la Comisión y el Consejo", que según afirma han mostrado "un desprecio total". El eurodiputado ha dicho también que estas instituciones tienen una "responsabilidad aplastante, que se ha puesto de manifiesto en este asunto", en "la crisis que atraviesa Europa".

Una norma que causaba división

El objetivo de la directiva era aportar claridad, seguridad jurídica y un enfoque común para que no exista una política diferente en cada país respecto a la patentabilidad del software. Los defensores de la directiva aseguraban que con ella la patente sería la misma en toda la Unión Europea y los tribunales nacionales se podrían guíar por los mismos principios, teniendo en cuenta las prácticas de la Oficina Europea de Patentes.

Pero no todos pensaban igual. La iniciativa dividía incluso a la industria, pues mientras los gigantes tecnológicos son favorables a un sistema de patentes que proteja no sólo las invenciones que utilizan programas informáticos, sino también los programas implicados, las pymes quieren que estén limitadas a las invenciones y excluir los programas informáticos.

Mayoría aplastante contra el proyecto

Finalmente, la Eurocámara ha rechazado la inicativa legislativa por 648 votos contra 14, con 18 abstenciones. El rechazo puede deberse a que la mayoría de los diputados considera que el texto de la directiva no garantiza la seguridad jurídica suficiente ni para los propietarios de patentes ni para los nuevos inventores.

Para conseguir el rechazo de la directiva se necesitaban 367 votos (mayoría de la Cámara), cifra que se ha superado gracias al apoyo de Verdes, Izquierda Unitaria, Populares, euroescépticos y parte de los Liberales y de los socialistas.

¿Otra propuesta de la Comisión?

El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, afirmaba ayer, en la víspera de la votación que la Comisión Europea rechazaría proponer una nueva ley si el Parlamento de la UE no apoya mañana la norma para patentar las innovaciones relacionadas con el software.

Sin embargo la comisaria de Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, quien hoy le sustituyó en la sala, dijo que "si el Parlamento nos invita a hacer una nueva propuesta, hablaremos y veremos cuál será el procedimiento futuro".